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30° MDQ Film Fest: Recomendados (Competencia Internacional)

30° MDQ Film Fest: Recomendados (Competencia Internacional)

Nuevamente decimos presente en el festival de cine más importante de latinoamérica! Sí, ya estamos en Mar del Plata. Sí, la ansiedad nos vuelve locos!

Y como no tenemos mejor idea que compartir con ustedes nuestra alegría por este hermoso y espectacular evento que celebra lo mejor del séptimo arte, arrancamos con nuestra lista de películas recomendadas dentro de la prestigiosa Competencia Internacional  que presenta el festival.

Estas son nuestras 5 películas recomendadas de la Competencia Internacional de la 30° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata:

 

«Eva no duerme» de Pablo Agüero (2015)

¿Qué nos dicen desde el festival?: Tras la muerte de Eva Perón en 1952, su cuerpo fue sucesivamente embalsamado, secuestrado, escondido (en lugares tan insólitos como tras la pantalla de un cine o en la casa de un militar que, paranoico por el temor a un operativo de la resistencia peronista, terminó matando a su esposa embarazada), embarcado a Europa, repatriado y, por fin, sepultado bajo seis metros de cemento. Las dos décadas que duró la saga inverosímil del cuerpo de Evita, lo buscaron propios y extraños. Agüero se vale, en un movimiento tan osado como brillante, del punto de vista de uno de estos últimos, –el Almirante Massera– nada menos que por García Bernal– para contar la historia (o el mito, que aquí parecen coincidir como pocas veces) a la manera de un largo sueño, o más bien una larga pesadilla. Sueño o pesadilla: como la misma historia argentina reciente, que el director de Salamandracaptura en todo su patetismo y su drama, agregándole o resaltando en ella un humor solapado y un extrañamiento onírico al que aportan su sorprendente elenco internacional y la ominosa nocturnidad de la película.

¿Qué decimos nosotros?: Sin lugar a dudas el nuevo trabajo de Agüero es una de las ofertas más llamativas dentro de la sección más importante de la 30° edición del Festival de Cine de MDQ. Un elenco de lujo (encabezado por Gael García Bernal) se pone al servicio de este thriller político con tintes oníricos y algunas pequeñas pizcas de humor que promete sumergirnos en la intensa búsqueda del cuerpo embalsamado de una de las mujeres más influyentes de la historia argentina. Y claro: En un año netamente político, donde además el cine argentino se nutrió (y con bastante éxito) de historias y personajes tan increíbles como oscuros, «Eva no duerme» promete hacer historia.

 

«Koza» de Ivan Ostrochovský (2015)

¿Qué nos dicen desde el festival?: ¿Recuerda el lector Rocky V, aquella en la que el legendario boxeador que todos amamos, aquejado por daños cerebrales permanentes, abandona el boxeo y vive en la miseria, casi olvidado, hasta que decide volver, en nombre de la vieja gloria? Koza bien podría ser una remake minimalista de aquella entrega, más flaca en carnes, pero más rica en fibra vital. Desprovista de toda épica artificial, de todo mito de redención, estamos ante el boxeador desnudo, que pelea como un animal herido para preservar su espacio en el mundo. Más aún, el eslovaco Peter «Koza» Baláž supo ser un luchador olímpico real, y algo del papel que para nosotros representa es real. Esa nariz inflada de golpes es real, su aplomo cansino no se puede actuar. Tampoco la miseria eslovaca puede ser escenificada. Lo que sí se puede –mérito de Ostrochovsky y de fotógrafo Matin Kollar– es resaltar lo bello en todo, en la nieve embarrada, en un ring ensangrentado, en un cable quemado. Y eso es Koza: el encuentro entre lo prosaico y lo poético, un jab a la mandíbula con alma sensible.

¿Qué decimos nosotros?: Cine y boxeo, una de las combinaciones que todo amante de los golpes bajos defiende y celebra incondicionalmente. Ostrochovský lo sabe y, como buen luchador, se anima a subirse al ring por primera vez con una historia que promete sacarnos un par de lagrimas a través del esfuerzo, el sacrificio y sobre todo el espíritu guerrero e inoxidable de un boxeador retirado que supo despertar el fanatismo en su país natal (Eslovaquia) durante las olimpiadas de verano de 1996. ¿Qué pasa cuando el cuerpo está dispuesto a sanar y olvidar viejas heridas de guerra, pero la cabeza se resigna a dejar de lado su hambre de gloria? Todo hace suponer que «Koza» actualizará de forma certera esa nostálgica y conocida respuesta.

 

«Tangerine» de Sean Baker (2015)

¿Qué nos dicen desde el festival?: La velocidad marginal de la vida urbana moderna capturada en estado de ebullición. Sin-Dee es una prostituta trans de Los Ángeles que sale de la cárcel tras cumplir una condena breve. En el encuentro con su amiga Alexandra, Sin-Dee confirma el rumor de que su novio Chester tuvo una relación con otra mujer en su ausencia. Ambas amigas inician la búsqueda de la verdad trajinando el barrio donde viven y trabajan: el cruce de Santa Monica y Highland, zona de prostitución y tráfico de drogas. Con actrices trans no profesionales, Sean Baker elige filmar Tangerine con iPhones para registrar el vértigo del presente, alejarse del glamour y la estilización del retrato de los márgenes del más tradicionalista cine estadounidense y al mismo tiempo no replicar el realismo minimalista de ciertas películas indies. El resultado es un verismo de pop eléctrico con actrices de intensidad única, como la protagonista Kitana Kiki Rodriguez, quien aportó al guion su conocimiento del territorio como capacitadora en prevención del VIH/sida en las calles de Los Ángeles.

¿Qué decimos nosotros?: Sundance, esa cuna de grandes películas independientes, tuvo el privilegio de presentarle al mundo el nuevo trabajo del inquieto Sean Baker. Y sí, los que tuvieron la suerte de verla se volvieron locos, no solo por el pulso de Baker para contar una historia marginal y frenetica con personajes atrapantes e hipnóticos, sino también por el formato y el resultado obtenido (la película se filmó completamente con iphones, algo similar a lo que se hizo con «Hooked Up«). «Tangerine» es una de esas producciones que indudablemente aspiran a convertirse en una de las piezas claves de este 2015. No hay que dejarla pasar.

 

«El precio de un hombre» de Stéphane Brizé (2015)

¿Qué nos dicen desde el festival?: Francia tiene una histórica tradición de humanismo, lo cual no quita que –aun siendo la cuna de la liberté, égalité y fraternité– sea hoy una potencia europea regida por la ley de máximo rendimiento. Esto mismo vive en carne propia Thierry, un bonachón representante de la clase trabajadora de provincias, que pasa los días tratando de sobrevivir. Thierry no vive de lo que quiere, sino de lo que puede, manejando grúas o como personal de seguridad en un supermercado; trata de adaptarse a las nuevas tecnologías para conseguir empleo y cuenta los euros para llegar a fin de mes. Este robusto bigotón (al que Vincent Lindon le da una tensa serenidad, absorbiendo cada golpe) pelea por cuidar a los suyos, por un mínimo derecho a la felicidad y a la dignidad. En la veta de las películas de Laurent Cantet o de los hermanos Dardenne, Stéphane Brizé apela a una cámara nerviosa para captar una realidad muy presente, una Francia que se evapora en las manos del gran capital, una pelea descarnada por salvaguardar un poquito de cuidado por el otro en un mundo cada vez más gélido.

¿Qué decimos nosotros?: El humor francés se caracteriza por ser políticamente incorrecto. No tiene prejuicios ni pelos en la lengua a la hora de contar historias que, arraigadas en la soledad y las pequeñas tragedias que viven sus protagonistas, buscan despertar en el espectador varias sonrisas y alguna que otra reflexión. Brizé intenta construir a partir de Thierry, uno de esos locos lindos que suelen robarse aplausos en cantidad con sus acciones, un pequeño reflejo del contexto actual de su país para que gente como nosotros camine de forma tragicómica por el lado más divertido y amargo de la vida. Y sí, hablamos del fracaso.

 

«El club» de Pablo Larraín (2015)

¿Qué nos dicen desde el festival?: El más consagrado de los cineastas chilenos contemporáneos hace de lo susurrado un grito. En las melancólicas costas marinas, allí donde tanto la luz como los rostros están siempre teñidos de gris, vive una pequeña comunidad de religiosos, en su mayoría hombres, salvo por una (sinuosa) hermana. Crían galgos de carrera, pasan los días en estado aparentemente apacible. Pero en el seno de este «club del credo” habita el horror, la suma de todos los males: una muerte reabre fantasmas del pasado y abusos que funcionan como ecos a pequeña escala de un fenómeno que no solo ha golpeado a Chile, sino al mundo entero. ¿Qué desviaciones produce en el ser humano el severo dogma que impone la Iglesia?, ¿cuáles son los efectos secundarios de renunciar al amor carnal, a los vicios cotidianos que todos tenemos? Larraín logra equilibrar la truculencia de su temática con una elegantísima puesta en escena, y logra que lo que podría ser una denuncia fílmica acabe siendo una especie de oda perversa, una elegía a un cine con espinas.

¿Qué decimos nosotros?: Este 2015 ya nos regaló una historia familiar violenta, oscura y llena de grises matices. Pero nosotros somos criaturas sedientas de buen cine y por eso estamos dispuestos a seguir consumiendo más oscuridad, más perversión y más personajes atrapantes. Larráin, uno de los realizadores más importantes del cine sudamericano, arremete con fuerza de la mano de esta historia que se centra en una misteriosa familia que oculta uno de esos secretos que son capaces de dinamitar todo en un segundo. Volvemos al principio; Somos criaturas sedientas de eso. Por eso no podemos dejar pasar películas como «El club«.

Para adquirir las entradas se puede acceder a http://miboleteria.com.ar o sacarlas el día de la fecha de cada proyección, en la sala correspondiente.

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Facundo J. Ramos

Periodista. Editor de la sección "Cine" en Revista Toma 5. Contacto: ramos.facundo@revistatoma5.com.ar Tw: @FakaJr