Hay películas musicalizadas para la hostia que terminan siendo más populares precisamente por este aspecto. Eso es algo que nadie puede negar.
Creo que uno de los casos más emblemáticos de esto son «28 Days later» y «Sunshine«, ambas de Danny Boyle, musicalizadas por el genial John Murphy. Si bien hay gente que ama estas películas y hay otras que las detestan (yo simplemente las aprecio mucho, nada más) lo que no podemos tapar con la mano es que inmediatamente reconocemos en segundos sus respectivas bandas sonoras, suenen donde suenen.
Esto puede ser un delirio total, pero creo que Boyle instaló en el cine moderno una especie de enunciado obligado que consiste en musicalizar de forma épica, emotiva y original los clímax de los relatos. Hay muchas películas que, repito, sin ser grandes maravillas y apenas con una historia llevadera, terminan por enamorarte (por decirlo de algún modo) en sus minutos finales debido a que el clímax y la vuelta de tuerca final esta acompañada de una banda sonora de la hostia.
Y sí, repito tantas veces hostia no por qué sea católico, sino por que es una palabra de 6 letras y 6 precisamente son los tracks que van a tener a continuación para escuchar y recordar esos grandes finales que «a lo Boyle» se quedaron en nuestras cabezas gracias al trabajo de los compositores musicales. De algún lado siempre hay que buscarle la relación a todo no?
1)- «The Divide» de Xavier Gens: Musicalizada por Jean Pierre Taieb (habitual colaborador del realizador) la película ofrece un final de aquellos gracias a esta pieza titulada «Running After my Fate«. Gran film (que recomiendo fervientemente a los fanas del horror francés) y gran banda sonora en lineas generales. Eso sí, el final se destaca mucho por sobre el resto.
2)- «Smokin’ Aces» de Joe Carnahan: Clint Mansell es la cabeza detrás de ese tema tan quemado y popular llamado «Requiem for a Dream» que forma parte de la banda sonora de la película con el mismo nombre dirigida por Darren Aronofsky. Cuando Mansell se junto con Carnahan, uno de los mejores directores de acción de los últimos años, salió esta joyita que acompaña el interesante final de este trillado policial con tintes de humor negro.
3)- «District 9» de Neil Blomkmap: Una sola película le bastó a este realizador sudafricano para dejar bien marcado su nombre en el género de la ciencia ficción. Su ópera prima, esa extraña alegoría con extraterrestres victimas de la ambición humana que representa la desolación de Sudáfrica durante el apartheid, no solo es una joya cinematográfica que vale la pena ver una y otra vez por el trabajo de su realizador y de su protagonista (un excelso Sharlto Copley) sino también por el magistral trabajo que realizó el compositor Clinton Shorter, quien nos deja con la mandíbula en el piso con su partitura intensa y emotiva a la vez. El cierre de este peliculón, con este track sonando de fondo, no solo es un soplo de aire fresco a un genero malherido, sino que a su vez es la promesa de que alguna vez volveremos a ese peculiar universo fantástico donde Wikus van de Merwe nos puede emocionar en un abrir y cerrar de ojos.
4)- «Miami Vice» de Michael Mann: Uno de mis realizadores favoritos es el maestro detrás de «Ali«, «El Ultimo de los Mohicanos«, «Colateral» y otros tantos films. Mann musicaliza como los dioses y si bien es difícil elegir uno de sus trabajos que se destaque sobre el resto en este aspecto, creo sin dudas que la elección es al menos justa conmigo mismo. Muchos dicen que este no es su mejor trabajo detrás de las cámaras, cosa en la que yo no estoy muy de acuerdo, pero pocos niegan que el tiroteo final de este film es de esos que te dejan con la piel de pollo por un rato. El clímax alcanza su máximo esplendor cuando suena «Who Are You?» parte de la banda sonora compuesta por John Murphy para el film. Hora de la verdad muchachos…
5)- «Saw» de James Wan: hay quienes del clímax hicieron no solo una herramienta digna para coronar una excelente película de suspenso sino también un sello impreso a fuego en cada uno de los capítulos de una de las sagas de terror más importantes del cine moderno. El axioma (?) se cumple a raja tabla en este caso, ya que el tema compuesto por Charlie Clouser para la primera película de la saga «El Juego del Miedo» dirigida por James Wan se hará presente en todas las secuelas, en el mismo lugar y a la misma hora. Sí señores y señoras, damas y caballeros, niñas y niñas: Charlie Clouser es el creador del track más eficaz, idóneo y pegadizo para un clímax. Nadie, pero nadie puede negar eso. Si Luciana Salazar hizo una carrera de sus globos (?), la saga «Saw» se hizo eterna gracias a estos segundos. Así es la vida. Honesta y brutal.
*Bonus Track:
«Martyrs» de Pascal Laugier: Si hay una película que me llevaría a la tumba e incluso al más allá (sin exagerar) seria esta tremenda, brutal, sangrienta y asquerosa producción francesa que mete el dedo de lleno en una llaga que todavía arde (y con fuerza) en la sociedad. Lo mejor de todo es que no se puede hablar demasiado de esta producción francesa con aquellos que no la hayan visto, ya que indudablemente se cae en el error de contar detalles esenciales de la historia. Creo que es una de las pocas pelis que se definen de forma magistral en sus últimos minutos, con un giro de tuerca tan perfecto, perverso y único como eficaz. Si no vise «Martyrs» no sé que estas esperando. Seguramente durante el transcurso del film vas a pensar más de una vez largar todo a la mierda y ver otra cosa, debido a que hay partes violentamente insoportables. Pero haceme caso, por que yo estuve en la misma, lo mejor de «Martyrs» viene al final, de la mano de este track llamado «Revelations» y compuesto por Seppuku Paradigram. Un final de aquellos. Te queda grabado en la retina para siempre, sin dudas.
¿Por qué este tema en el bonus track? Porque es un cover del famoso track compuesto por el compositor del que hablamos al principio de este post. Sí, «Revelations» es un cover (con algunas modificaciones) de «In a Heartbeat» de John Murphy. No hay que ser un genio como yo para darse cuenta, pero por las dudas les dejo ambos tracks.
*Este post fue publicado previamente en mi blog personal.
ramos.facundo@revistatoma5.com.ar
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