Ya no falta nada! En cuestión de horas nada más tendremos entre nosotros una nueva edición del BAFICI y si vos todavía estás indeciso, pensando si realmente vale la pena ver esa única película que elegiste hasta ahora, nosotros tenemos la solución a todos tus problemas.
Arrancamos con nuestra primera lista de recomendados para ver en en el BAFICI 2015. En esta lista podés encontrar grandes películas y, basándote en lo que dice la organización del festival y lo que decimos nosotros sobre estas producciones, vos tenes la hermosa y divertida tarea de elegir tus películas favoritas para posteriormente tirarte de cabeza por tu entrada (recordá que las podés comprar online aquí).
Siempre que cubrimos un festival, hicimos una extensa lista de recomendados. Por eso, ahora sí, damos por iniciada la cobertura que Revista Toma 5 tiene preparada para la 17° Edición del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires.
«Victoria» de Sebastian Schipper
¿Qué nos dicen desde el Festival?: Una –otra– película filmada en un solo plano secuencia. Pero esta parece ser un solo plano en serio, o eso es lo que se afirma y, sobre todo, lo que se aprecia al ver Victoria. ¿Las cámaras digitales tentarán a que más directores intenten hacer más películas como esta? Es probable, y ya está ocurriendo. Pero Victoria es un plato fuerte incluso puesta en un contexto de desconfianza y de cinismo crítico, porque su plano único nos lleva con vértigo –y también con pausas inteligentes– de una noche de borrachera a tensiones tremendas, porque pasamos de intentos de seducción y tonterías por la calle a escapes, crímenes, caídas y euforias. Porque durante dos horas y veinte asistimos al fin de una noche en Berlín, una ciudad que como escenario cinematográfico ofrece enormes posibilidades (Tom Tykwer siempre lo supo). Porque el derrotero de esta chica española más cuatro jóvenes berlineses no del todo brillantes es cambiante, sorprendente, extenuante y fascinante. Y porque el derrotero del director Sebastian Schipper y del camarógrafo y DF Sturla Brandth Grovlen es una proeza de esas que se recuerdan. La elección de Laia Costa para el rol del título es una de esas decisiones clave, justas, que marcan una carrera y definen una película.
¿Qué decimos nosotros?: El primer lugar de esta lista, más allá de la calidad de las otras propuestas, tenía que ser indudablemente para esta película de dos horas y veinte minutos filmada completamente en un solo plano secuencia. Todo el mundo se llena la boca de elogios a la hora de hablar del descomunal film de Schiper que, con sus falencias o no, representa de todas formas un trabajo descomunal en cuanto a la puesta en escena (insuperable hasta la fecha). Alguien en el viejo continente definió a «Victoria» como «la respuesta alemana al «Birdman» de Iñárritu«. Y aunque las temáticas son completamente distintas, el solo hecho de pensar que podemos ver otra historia tan bien rodada y actuada (Laia Costa está en su máxima expresión) con tan poco tiempo de diferencia nos pone babosos. Muy babosos.
«What We Do in the Shadows» de Taika Waititi & Jemaine Clement
¿Qué nos dicen desde el Festival?: Este sublime documental no podría tener una mejor canción principal que la rotunda “You’re Dead”, de Norma Tanega, que señala con precisión las características más sobresalientes de sus protagonistas. Con asombroso pulso, dadas las circunstancias, Waikiki y Clement (cómplices anteriormente en Eagle vs. Shark y la serie Fligth of the Conchords) les hincan el diente a los vicios y virtudes de sus objetos de estudio, logrando un registro de alto vuelo que imprime una –mortecina– luz sobre un submundo varias veces visitado por la ficción. Los irresistibles Vladislav, Viago, Deacon y Petyr comparten un viejo caserón mientras se debaten entre las trivialidades cotidianas, como el aseo del hogar, las elecciones estéticas a la hora de vestirse y los detalles de etiqueta para con la “comida”, todos focos que estaquea este documental con mucho de comedia que ya se perfila inmortal. A la hora de las comparaciones, hay quienes se remiten a This Is Spinal Tap; y puede que no estén equivocados. Sería un error mortal perderse esta película con profundo amor por los subgéneros (el vampírico y el reality-showírico). Porque quedó claro que los protagonistas son vampiros, ¿no?
¿Qué decimos nosotros?: Esta gran comedia formó parte de mis 10 películas favoritas del 2014 gracias a estar dentro de la programación del pasado Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. No me quiero agrandar, pero si haber ocupado ese lugar no significa nada, voy a hacer un nuevo intento para convencerlos: Esta película es im-per-di-ble. Pocas comedias tienen tanto ritmo, tantos recursos y tanto respeto por los géneros que atraviesan. «What We Do In The Shadows» es un ejemplo perfecto, sin errores, de todo lo que hay que hacer para que el publico se siente en una sala y pase dos horas compartiendo risas y carcajadas. Créeme amigo: Waikiki y Clement crearon un clásico. Se parte de los primeros en disfrutar de esta comedia en un marco ideal como el que ofrece el BAFICI.
«El incendio» de Juan Schnitman
https://www.youtube.com/watch?v=YUTrkzSBvTg
¿Qué nos dicen desde el Festival?: Una pareja joven está por mudarse del departamento que alquila al que tiene planificado comprar en esa jornada que comienza. Todo está empaquetado: el ambiente es inhóspito. Ya no hay un hogar en ese lugar, y el nuevo todavía no está disponible. Hay que comprar un departamento, hay que mover una gran suma de billetes en efectivo –una práctica del absurdo económico de la Argentina que hemos naturalizado, como tantas otras aberraciones–. Algo no se organiza del todo bien. Nervios, problemas, tensión: los golpes físicos, las heridas emocionales, objetos que se destruyen, todo está en riesgo, todo puede colapsar. En unas horas, lo que parecía el inicio de un futuro compartido se vuelve una pesadilla en la que el adentro y el afuera interactúan de forma lacerante. La primera ficción en solitario de Juan Schnitman es un sorprendente thriller sobre el amor y el odio de extraordinaria tensión y confección precisa, que desde su mirada micro devuelve lógicas sociales en un estado terminal tal que ni siquiera se reconocen de esa forma.
¿Qué decimos nosotros?: El trailer de la opera prima de Schnitman es hipnótico y atrapante. Todo parece indicar que la película va por el mismo camino. Tras su irrupción en la pasada Berlinale, «El incendio» lanzó su primer llamado de atención y muchos colegas celebraron este thriller realista sobre una pareja que, en medio de un día más que importante, empieza a tropezar con dificultades imprevistas. No importa si son pequeños inconvenientes o verdaderos problemas. Todo molesta, todo suma su granito de arena para que la dupla de protagonistas empiecen a mirarse distinto, a buscarse defectos y a replantearse las cosas. El cine argentino ya demostró que todo puede explotar por los aires con un simple y sencillo detonante. Quizás «El incendio» sea un ejemplo más de esta realidad cinematográfica y salvaje que todos disfrutamos últimamente.
«A girl walks home alone at night» de Ana Lyly Amirpour
¿Qué nos dicen desde el Festival?: Esta es una película engañosa. Estrenada en Sundance y con producción ejecutiva del actor Elijah Wood, A Girl Walks Home Alone at Night es una película estadounidense que se presenta como “el primer western iraní de vampiros”. Un cine de mezcla, una cruza de Jim Jarmusch con David Lynch con una chica vampira vestida como la protagonista de El círculo, de Jafar Panahi. Y está hablada en persa y transcurre en Irán. Claro, “transcurrir en” no es igual a “estar filmada en”. A Girl… es, desde muchos ángulos, una película corrosiva que, mediante atmósfera, sobrada imaginación para los detalles y personajes singulares, supera toda posible sospecha de pose indie. La directora Ana Lily Amirpour, nacida en Inglaterra y criada en Estados Unidos, tiene varios cortos previos; uno de ellos, animado y de producción alemana, es A Little Suicide (Bafici 2013). Con su primer largo, Amirpour demuestra que sus variaciones, sus ingredientes y sus mezclas son una base fascinante para mutar posibles engaños en verdades de cine y verdades de género.
¿Qué decimos nosotros?: Voy a diferir con el BAFICI: Para mi esta película es 100% Tarantinesca y lo mejor de todo es que no estoy hablando del Quentin de los últimos años, sino más bien de aquel joven cineasta que rompió esquemas con «Perros de la Calle» y «Pulp Fiction» en los noventa. Los pequeños detalles y el sencillo guión, que presenta algunos giros imprevistos, llevan la marca de ese cine con el que el director de «Kill Bill» hizo escuela. Y ahí parece haber asistido Amirpour quién, en su primer largometraje, nos regala un pequeña joyita con espíritu hindie, música pegadiza, una historia de amor que traspasa la pantalla (vas a gritar como una nena con tal de que los personajes de esta historia terminen juntos) y momentos que no vas a querer sacar de tu cabeza. Pequeña, pero cuidada. Original, pero no tanto. Divertida, pero también violenta (no deja de ser un film de vampiros). Imperdible, pero tranquilo: Tarde o temprano todo el mundo va hablar de esta película.
«Summer of Blood» de Onur Tukel
¿Qué nos dicen desde el Festival?: En la primera escena de Summer of Blood, Eric Sparrow rechaza el anillo de compromiso que le ofrece su novia, no sin antes humillarla un poco Eric. Es un cuarentón que vive como un veinteañero, tiene un sentido del humor cuestionable y definitivamente no sabe cómo tratar a las mujeres. Pero, como la neurosis y las camisas escocesas garpan (mucho más en Brooklyn), igual logra acostarse con algunas chicas, aunque esos encuentros sexuales son bastante patéticos. Hasta ahí, esta sería solo otra comedia de perdedores. Pero las cosas cambian cuando a nuestro amigo lo muerde un vampiro: el antes perdedor se vuelve un vampiro seductor, y la sangre empieza a circular con tanta velocidad como intensidad, dando paso a una dulce y roja venganza. Vampirismo mata comedia de perdedores, y Summer of Blood lo deja muy claro. Como un coming of age tardío y una parodia de los devaneos emocionales de la generación X, Summer of Blood hace que, al lado de Eric, el mismísimo Drácula parezca un tipo simpático.
¿Qué decimos nosotros?: Otra película de vampiros. Otra película que también tuvimos la suerte de ver en el pasado Festival Internacional de Mar del Plata. Otra película que vamos a recomendar fervientemente aunque te enojes y amagues con cerrar esta pestaña. ¿Por qué? Básicamente porque Tukel también crea una muy buena comedia que respeta el subgénero de los vampiros y divierte de principio a fin. Ya sé; Si me ponés entre la espada y la pared, y me preguntas con cual de las comedías vampirescas recomendadas me quedo, mi respuesta quizás no te convenza. Sin embargo, «Summer of Blood» tiene algo especial. Es más ácida, más incorrecta, más madura y tiene más verborragia que el «otro film». Con todo eso a su favor, «Summer of Blood» logra generar risas por doquier y se merece este lugar. Te apuesto lo que sea que la escena final de esta película te va a volar la peluca.
ramos.facundo@revistatoma5.com.ar
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