A continuación, las críticas de las películas que formaron parte de la sección: Competencia oficial argentina
“Dromómanos” de Luis Ortega
La cámara en las manos de Ortega nos sirve para conocer la historia de cinco dromómanos que pasan diferentes etapas de sus vidas en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Un adolescente con un problema físico, sus pretendientes amorosas, un viejo psiquiatra que se hace llamar Pink Floyd y un adicto en recuperación que se escapó de un hospital son los protagonistas de este buen relato que tiene, a priori, poco para decir.
La de Ortega no es una película que critica las diferencias sociales y las razones de las mismas, ni tampoco se ocupa de victimizar a sus protagonistas por su condición social. Lo que busca el director es unir sus historias en una línea argumental bastante lineal en donde los problemas básicos de las personas tales como el amor, la soledad, la búsqueda de nuevos rumbos y la incertidumbre que nos depara el destino sirven para organizar el relato.
Algunas sobreactuaciones, historias que tienen más peso que el resto y sin embargo tienen menos tiempo en pantalla y la cámara del director que no se queda quieta ni un segundo son algunos de los puntos flojos que tiene el film. Pese a esto, Ortega sabe cómo llamar la atención del público y ofrece un trabajo más que correcto sin caer en la falta de originalidad y sinceridad que acarrea el cine argentino desde hace un tiempo.
Calificación:
“Masterplan” de Diego y Pablo Levy
Soy defensor del cine que no tiene doble lecturas, que es transparente, que es honesto y sincero. Para mi “Masterplan” de los hermanos Levy es un claro exponente de ese tipo de cine.
Mariano (interpretado por un gran Alan Sabbagh) se está por mudar con su novia (Paula Grinszpan) y para llevar adelante la difícil tarea de equipar su hogar recurre a un plan ideado por su cuñado (Pablo Levy) que básicamente consiste en comprar sin pagar. Las cosas se complican y para no dejar un camino de migas que delate su culpabilidad Mariano decide engrosar su delito y denuncia que su auto fue robado, cuando en realidad lo dejó estacionado a uno metros de las vías con la intención de recuperarlo cuando se calmen las aguas.
La aparición en la escena del juego de un hombre que vive en la calle (y que encuentra en el auto de Mariano un cálido y confortable hogar) le agrega pimienta y ritmo al relato, al igual que el inspector Cichero (Campi) a la vida de nuestro protagonista.
“Masterplan” tiene como gran acierto que no es una peli ambiciosa y se maneja de gran forma con lo que tiene: Una historia simple, entretenida y eficaz, un grupo de actores convincentes y divertidos y un humor distendido y apacible que va rellenando los distintos momentos del film.
“Conozca sus limitaciones” le dijo alguna vez de forma muy sabia Alfred a Bruce Wayne en “El Caballero Oscuro” y esa frase se aplica de forma perfecta a este film argentino.
Siempre es bueno que alguien haga lo que tiene que hacer y no lo que hacen los otros. Eso, en el cine, se refleja en películas que pretenden asaltar, sorprender y revolucionar el cine de la noche a la mañana sin la capacidad ni los conocimientos para lograrlo, por lo que terminan convirtiéndose en productos bochornosos. En cambio, si uno va a lo seguro, a lo que la gente quiere, y lo hace de forma correcta, el resultado no quedará para la historia pero será celebrado de todas formas por el público y de qué forma.
“Masterplan” dura lo justo y necesario, entretiene de principio a fin (con algunos puntos más altos y otros no tanto)y ofrece otros momentos que van más allá de la comedia pero sin perder jamás su verdadero objetivo.
En definitiva una pequeña y grandiosa película argentina que con sus errores y aciertos sigue siendo una opción más que justificada para aquellos que buscan en el cine entretenimiento sin muchas vueltas.
El cine argentino necesita pelis de este tipo, que sin ser perfectas, son más que necesarias para brindarles una buena experiencia a los espectadores locales.
Calificación:
“Al Cielo” de Diego Prado
Siempre me llamo la atención el extraño rito del fanatismo o devoción hacia figuras u ídolos (sin importar el ámbito al que pertenezcan) por parte de los más jóvenes y de los que no lo son tanto.
De chicos todos tuvimos “ídolos” pero de grandes, esta palabra, parece perder sentido y casi todo su esplendor ya que solemos reducirla a la nada misma y nos contentamos con mencionar a nuestros referentes, nuestros gustos determinados y alguna que otra influencia que nos inspira en nuestros respectivos ámbitos de la vida.
El “ídolo”, sin embargo, es una construcción social que hacemos todos alguna vez y por eso nadie escapa de esa extraña sensación de identificarse con alguien que suele despertar en nuestro interior diferentes sentimientos. Precisamente por esta “auto conclusión” a la cual llegue también siento que el mundo moderno impone a los ídolos, a los héroes, a los referentes o simplemente a personas que hay que admirar por alguna razón u otra casi de forma constante, sin darnos respiro.
La premisa de “Al Cielo” juega desde un principio con esta premisa y la opera prima de Prado no solo plantea una crítica hacia ese panorama actual sino que también lo hace a través de dos polos que de tan opuestos que son parecen incompatibles; el rock y la religión.
Nuestro protagonista es Andrés (interpretado en gran forma por Enrique Lunazzi) y su vida entra en un conflicto existencial cuando muere su ídolo, aquella persona que le brindaba la mayor parte de su inspiración para sobrellevar su rutinaria vida (que se divide entre el colegio y su trabajo como repartidor de volantes). Para que suplante y olvide a ese referente, su familia (ultra católica) lo impulsa a que forme parte de un grupo de jóvenes que realiza distintas actividades junto con la iglesia del barrio y allí empezaran a aparecer nuevos personajes en su joven vida.
Como dije anteriormente, “Al Cielo” plantea la crítica hacia el tema de los ídolos y referentes modernos, pero una vez que lo hace termina escondiendo la mano y el desarrollo del film ofrece una visión muy pobre de algo que a priori (al menos a mi) me resulta muy interesante.
La peli tiene algo especial y quizás único: va de mayor a menor y su final, por más polémico e interesante que pueda resultar, termina pareciéndonos muy básico y previsible ofreciendo así algo que se “quedó a mitad de camino” o simplemente a “medias tintas”.
De haberse realizado un poco mejor estaríamos frente a una película que generaría debate y discusión, lo cual siempre es bueno para tratar temas sociales presentes e importantes, pero en definitiva “Al Cielo” parece estar fuera de foco, descentralizada, tanto o igual que la cámara de Prado durante todo el film.
Calificación:
“Salsipuedes” de Mariano Luque
La corriente histórica que se conoce como “Nuevo Cine Argentino” cuyo inicio no data de muchos años atrás tiene como todas las cosas sus ventajas y desventajas las cuales siempre merecen ser reconocidas o repudiables.
Uno de los puntos más salientes de esta nueva brisa de aire fresco que sopla desde hace un tiempo el cine local es que las temáticas que abordan dichos films se ampliaron de forma notable y hubo un gran acierto (muy reconocido por todo el mundo por cierto) a la hora de incluir temas y conflictos que antes no tenían su merecido lugar en la pantalla.
Ahora, lo siempre me pregunte y ante la aparición de películas como “Salsipuedes” me voy a seguir preguntado es lo siguiente: ¿Cuál es el costo de llevar adelante estas historias a la pantalla grande de forma tan pobre y reacia?
El público para esta clase de películas cada vez se vuelve más reducido y no por el absurdo planteo que afirma la existencia de dos culturas (una elitista y otra popular) el cual es prácticamente insostenible, sino también porque, en respuesta a lo anterior, la cultura es una sola y está completamente articulada para abarcar a todos los que quieran acceder a ella.
El problema central de este aspecto social (sí, no estamos hablando solo de cine en esta reseña) es que hay actores que impiden este acceso a través de obstrucciones como la burocracia y las leyes del mercado lo cual no hace más que empeorar el asunto.
Pero si hay algo que es peor que todo lo anterior es cuando dentro del mismo ámbito cultural, en este caso dentro del cine mismo, se producen divisiones que apuntan precisamente a diferenciar de forma muy estricta y casi autoritaria contenidos que tendrían que ser abiertos para todos aquellos que estén interesados en los mismos.
“Salsipuedes” toca la temática de un hecho social tan lamentable y penoso como lo es la violencia de género en todas sus capas de la vida social, pero su principal problema es que lo hace de una forma tan poco significativa y trascendente que termina ofreciendo como resultado una película que no logra mantenerse de pie ni siquiera en sus escasos 66 minutos de duración.
Los diálogos son intrascendentes y ridículos, pero esto no parece interesarle al director que simplemente se apoya en la fotografía y los silencios infinitos para tratar de hacernos reflexionar sobre algo que (espero) todos entendemos que debe ser erradicado en una sociedad moderna. El problema es que no lo hace ni tampoco lo hará si se apoya en herramientas tan pobres y carentes de sentido como esas que solo pueden interesarle a aquellos que piensan que el cine abstracto tiene más peso y validez que el resto.
Un absurdo tan grande que ni vale la pena tratar de explicar.
La verdad, “Salsipuedes” es muy difícil de recomendar y mucho más difícil es querer volver a ver algo así en un cine.
Calificación:
“Igual si llueve” de Fernando A. Gatti
Hay formulas y formulas que sirven para hacer buen cine. Una de ellas (quizás la de mayor éxito en este BAFICI) es la de pequeñas historias con pequeños personajes y precisamente la película de Gatti es uno de los mejores ejemplos para hablar de eso.
La historia del film se centra en Agustín (Tomás Carullo Lizzio) quien pasa sus días en un pequeño pueblito anónimo alternando la escuela, los juegos en solitario y cuidando a su abuela. En uno de esos días Agustín junto a su mejor amigo Javier deciden pasar la hora de la siesta a orillas del rio, donde compartirán pequeños diálogos, algunos juegos y aventuras, pero sobre todo su buena amistad.
La formula anteriormente funciona perfectamente en esta propuesta y quizás por ese motivo es que se convierta entonces en uno de los aspectos más salientes y llamativos del film.
Las actuaciones, la fotografía y la dirección por parte de Gatti (quien también firma el guion) son instrumentos que le suman un par de puntos a esta película pero tampoco son lo suficientemente independientes y autónomas para erigirse como los puntos más altos del film.
Sin dudas, la pequeña historia y sus pequeños personajes, logran que “Igual si llueve” sea una propuesta digna de ver para disfrutar de su pequeña magia. Sin grandes pretensiones logra al menos atrapar al espectador y eso siempre es bueno.
Calificación:
“17 Monumentos” de Jonathan Perel
Lo primero que hay que decir del trabajo de Perel es que no se trata de una película común y su objetivo consiste en mostrarnos la cantidad de monumentos del título a través de planos fijos que duran alrededor de tres minutos cada uno.
En los 60 minutos que dura al film vamos a ver de forma casi directa 17 monumentos argentinos que tienen como objeto recordar los distintos lugares del país donde funcionaron los centros clandestinos de detención y tortura durante la última dictadura argentina.
Las palabras “Memoria, Verdad y Justica” se repiten en estas edificaciones y pese a sus variantes en los diseños el mensaje sigue siendo unánime tratándose de un hecho tan lamentable que la sociedad argentina no debe olvidar pero que, sobre todo, no debe dejar impune ni mucho menos ignorar.
El de Perel es un trabajo que por sí solo no tiene sentido, carece de efecto. Solo si se lo acompaña con reflexión, discusión y debate acerca de lo que se vivió en la Argentina desde 1976 hasta 1983 generará todo lo que el director seguramente intento lograr durante su realización.
Ojalá que lo logre. Seguramente lo hará.
Calificación:
*Criticas de Facundo J. Ramos. Estas criticas forman parte de la cobertura del 14º BAFICI realizada para ExtraDigital que se llevó a cabo desde el 11/04/12 hasta el 22/04/12
ramos.facundo@revistatoma5.com.ar
Comentarios