Hace un par de años, cuando el terror estaba casi en las ruinas luego de la inmensurable explotación de uno de sus subgéneros más exitosos pero también destructivos (el slasher), el viejo continente fue una de las fuentes que se encargó de revitalizarlo sin pedir nada a cambio.
Dos de los países que llevaron adelante esa difícil tarea fueron España y Francia. Cada uno con sus modos (uno más violento, el otro más psicológico) y sus respectivos éxitos, hicieron que este género tan importante para todos nosotros empezara nuevamente a hacer de las suyas.
Por esa razón hoy en día son dos territorios a los que uno debe mirar con mucha atención a la hora de buscar películas de esta clase, ya que tienen para ofrecernos un repertorio inmenso de historias aterradoras que valen y mucho la pena disfrutar para sacar un poco la cabeza de la nube que viene del país del norte (y del cual recibimos apenas gotas de calidad) y recibir una verdadera brisa de aire fresco.
No es coincidencia que “Para Elisa” signifique eso, ya que se trata del primer largometraje de Juanra Fernández, el cual estuvo apoyado por la “Fundación Leo Messi” que trata de incentivar la producción local de cine español en manos de jóvenes graduados y estudiantes de cine, como así también de otras carreras afines al séptimo arte.
Con un presupuesto muy limitado, un elenco que se reduce básicamente a 4 personajes centrales y pocos escenarios, “Para Elisa” ofrece un thriller oscuro, tenebroso y perverso, donde lo previsible es apabullado por la poca inocencia que posee su relato.
Ana (una hermosa y excelente Ona Casamiquela) está buscando un trabajo temporal que le permita juntar dinero para su viaje de egresados. Su pareja Alex (Jesús Cuba) le recomienda que sea niñera en un hogar y, al no tener otras opciones, Ana acepta la idea. Cuando llega al lugar se encuentra con Úrsula (Sheila Ponce), una señora que vive rememorando su exitoso pasado como pianista y que no tiene tiempo suficiente para cuidar a su hija Elisa (tremenda Ana Turpin).
En ese momento, casi finalizando el primer acto del film, tanto Ana como el espectador se dan cuenta de que la perversidad está escondida detrás de las puertas de ese departamento y que tan solo hace falta un ruido, fuera de las melodías de Bethoveen, para desatar la verdadera cara de esta historia.
Altas dosis de suspenso, sostenidas completamente desde lo psicológico, acompañadas de una fotografía y una musicalización que te envuelven de forma atrapante en el desarrollo de la historia, sumadas a las grandes actuaciones de Casamiquela y Turpin, terminan por ofrecer una película muy pequeña pero muy pareja y correcta. Honesta consigo mismo.
Porque la perversión de “Para Elisa”, si bien no está presente desde el arranque del film, una vez que se instala en la pantalla no se va más y termina apropiándose por completo de la atención de los espectadores los cuales no tendrán ni un solo momento se sentirían aliviados y relajados.
Grandes actuaciones, una ágil dirección, mucho ritmo, giros, algún toque de violencia (demasiado explicita quizás) y un final certero y sin estribos terminan por convertir a “Para Elisa” en una pequeña pero interesante propuesta a la cual vale la pena darle una oportunidad.
Calificación:
Trailer:
ramos.facundo@revistatoma5.com.ar
Comentarios