Las luces se apagan en la sala y comienza un traqueteo, como el de una maquina de escribir, con distintos golpes de tambor con tempos oscilantes. Es el ritmo del soundtrack de Birdman, que desde el principio nos ilustra cual será la velocidad de este fantástico film. El cual no aminora más que por tan solo algunos momentos para dejarnos tomar algo de aire y pensar un poco las cosas.
«Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)» nos cuenta la historia de un actor de Hollywood llamado Riggan, interpretado por Michael Keaton («Batman«, «Beetlejuice«), quien supo interpretar en varios films a un héroe iconico y ahora lucha en su interior contra el ego de un famoso y la necesidad de transcender como artista. Todo esto mientras intenta recuperar a su familia en medio de la puesta en escena de una obra de teatro escrita, dirigida e interpretada por él mismo.
Es imposible el no intentar suplantar la idea de Birdman con la de Batman ya que Keaton paso por una situación similar luego de dejar el papel en el año 1992 tras «Batman Vuelve«. La situación es clásica; ¿Cuántos actores de hoy en día interpretan al personaje ideal o tienen el papel de sus vidas y se catapultan al mundo de la farándula sin saber que luego no podrán evitar que la gente deje de identificarlos por ese papel?. Casos como el de Luke Skywalker, Kevin («Mi Pobre Angelito«) o Harry Potter son los ejemplos vivientes de lo difícil que es «despegarse» del papel, sin además la presión publica y personal que esto genera, trayendo algún que otro trastorno psicológico o hasta teniendo problemas para controlar la ira.
Estas son algunas de las cosas que la película tratará de transmitir sentir al espectador. Y este objetivo se cumple gracias a un elenco formidable de actores entre los que se destacan, además del protagonista, Emma Stone («El Sorprendente Hombre Araña»), Zach Galifianakis (¿Qué paso ayer?) Naomi Watts («Kink Kong») y el siempre genial Edward Norton («El Club de la Pelea»). Todos luciéndose mayormente en un set genialmente construido que logra mostrar los pequeños (y claustrofóbicos) pasillos de los teatros y el ritmo que se lleva detrás de bambalinas. El ritmo de la música no aminora nunca, siempre esta en movimiento y subiendo la adrenalina a cada momento. Sin ella la película no tendría esa velocidad que el publico disfruta como una montaña rusa de emociones que atraviesa y persigue a cada personaje por todos los pasillos, cuartos y escenarios con un impecable montaje. Siempre acompañando a un personaje y empatizandonos con su entorno.
Dato no menor: En total la película tiene solo 17 cortes que se puedan apreciar. Esto es un reto muy grande para un director y par el grupo de actores que tuvo que memorizarse y ensayar más de 15 paginas de guión y seguir una coreografía de filmación a la perfección.
Ya hemos hablado del drama y la tensión que puede generarnos este film, pero algo que la mayoría no esperaba es encontrar acción y efectos especiales de ultima generación en ella. Para empezar, durante el proceso de filmación se utilizaron técnicas especiales para evitar que la cámara quede reflejada en los espejos del teatro. O también montajes con situaciones de sueños y alucinaciones de los personajes que incluyen una gran cantidad de efectos por computadora en conjunto con varios juegos ópticos. Por momentos, les podemos asegurar, tendrán fragmentos de esa película de superheroes que todos pensamos iba a ser desde que el nombre de Birdman empezó a circular.
Pocas veces hemos visto una película que pueda criticar al producto del mismo Hollywood desde el angulo de un actor post-blockbuster y que se ria del sistema, la prensa y los críticos que rodean a esta tan especial farándula. Sin dudas «Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)» logra transmitirnos sentimientos que salen disparados desde la pantalla y nos llevan volando en este viaje que la cámara hará casi sin pausas.
Calificación:
Trailer:
Comentarios