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“Ecuación”: Los números no cierran

“Ecuación”: Los números no cierran

«Los malditos de Dios» es la otra parte del nombre de esta película que dirige Sergio Mazurek, («Lo siniestro», 2009). Un largometraje con buenos momentos para un género de poco ruedo en nuestro cine, pero con actuaciones muy poco convincentes y un montaje que por momentos parece experimental, terminan por dar un saldo más que negativo.

El doctor Hermes Vanth (Carlos Echevarría) trabaja en el Hospital Rivadavia, rodeado de paredes y azulejos lúgubres, la morgue, sus visitantes y un círculo gris. La fatalidad llama a su puerta y empieza a ver que muy cerca suyo como se suceden numerosas muertes, en las que siempre está presente un señor de pelo blanco que le aporta un grado de intriga a la historia. Una de esas perdidas será la que lo impulsa a investigar sobre su desgracia.

La matemática, una fórmula encontrada en un cuerpo de la morgue forma parte de una trama de heraldos y evangelios. Los primeros antiguamente eran oficiales de guerra de rango intermedio, vinculados a los reyes. En la Edad Media, eran los enviados a declarar guerras entre reinos, y eran también personajes claves a la hora de ejecutar prisioneros en las plazas. De allí su fama de mensajeros de la muerte.

Volvamos al film. El género de terror requiere que el relato esté bien construido y que las interpretaciones nos metan en la piel del protagonista prontamente. Si eso no ocurre, uno termina por no pactar nunca con el contrato de lectura, y jamás te olvidás que estás en una butaca mirando una pantalla. «Ecuación: Los malditos de Dios» arranca con un ritmo vertiginoso y parece que nos va a convencer rápidamente. Sin embargo, esa dinámica no se condice ni con el montaje ni con la fotografía de la obra.

En ningún momento, te olvidas que ese edificio que aparece allí es la Universidad de Ingeniería de la Avenida Las Heras, que esas esculturas que pretenden dar dramatismo las viste al cruzar cerca de la Biblioteca Nacional y así, otros tantos ejemplos. De todas formas, el problema no es que la historia transcurra en escenarios reales sino que nos resultan familiares por como son mostrados, no son utilizados para beneficio de la historia.

El guión hasta puede tener cierta vuelta hacia el final que resulta interesante. Incluso desde lo visual, hay algunos personajes y momentos que están bien construidos. Por ejemplo la mujer que Hermes Vanth va a visitar a un neuropsiquiátrico para que lo ayude a comprender la ecuación que “domina el universo”, pero son excepciones a la regla, no hacen al todo del film. También el encuentro con el cura –Roberto Carnaghi- es otro buen pasaje pero sólo eso.

Al respecto, si viste el trailer de la película te darás cuenta que este famoso cura tiene un rol protagónico. Lamento, informarte que no es tan así en el producto final. En conclusión, un thriller con buenas intensiones pero que se queda en eso, sólo pretensiones.

Califiación:  puntuacion 1

Trailer:

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Federico Piva

Periodista. Lic. Comunicación Social. Redactor apasionado, observador obsesivo y escribiente frecuente. @fedep81