Siempre tuve una opinión bilateral con respecto a los reboots (volver a contar una historia desde su origen). Por un lado son una apuesta arriesgada, si la película en cuestión es un gran clásico cinematográfico; pero también permiten a nuevas generaciones vivir experiencias e historias que no pudieron conocer en su tiempo (siempre con una nueva narrativa, claro esta). Ahora, el problema surge cuando una distribuidora y/o productora lanza un reboot para poder mantener los derechos sobre una franquicia artística, ya que por contrato debe realizar una película luego de determinado tiempo sino perderá la exclusividad sobre los mismos. He aquí cuando ocurren los reboots obligatorios, esos que se realizan tan solo cinco años después de que el héroe tenga otra cara y no lleguemos a acostumbrarnos a su nuevo rostro. Dentro de estos nuevos comienzos forzados podemos ubicar a la secuela tan esperada del arácnido: “The Amazing Spider-Man 2”.
Ojo, esta introducción no quiere decir que el film sea malo, ni que la considere “la nueva Batman & Robin” como se escucho en estos días. Todo lo contrario. A ver, tenemos a un Peter Parker que se recibe de la secundaria y que (a pesar de lo aprendido en su precuela) sigue saliendo con su amada Gwen Stacy. A lo largo del film veremos como la vida de nuestro amado Spidey se va introduciendo en un caos de ocupaciones, intercaladas entre el dilema de proteger a su amada dejándola en libertad de una buena vez, de proteger la ciudad y averiguar la verdad sobre OSCORP y el pasado de sus padres. Por el otro lado tenemos a NO UNO, SINO TRES VILLANOS que le harán la vida imposible. Uno que aparece cinco minutos de los 142 que dura el film, otro que tiene la historia mas trillada en los villanos “marvelianos” y uno que quizá mantenga encendida la chispa de los villanos “cool” de esta nueva franquicia. Ahora bien; sabiendo que Spider-Man 3 (de Sam Raimi) fracaso rotundamente por el hecho de sobrecargar la historia con tres villanos, de los cuales ninguno ocupo un rol protagónico (recordemos que Raimi se peleo con los productores ya que el no quería agregar a Venom). ¿Por que repetir la fórmula?
Con Marc Webb (500 días con ella) nuevamente en la silla, el film cumple y entretiene, con un logro magistral, que es saber mantener al espectador pendiente y atento. Aunque al precio de tener también varias falencias (algunas están en el párrafo anterior). Es evidente que tres villanos es demasiado, pero ni siquiera las actuaciones pudieron salvarla en ese aspecto. Andrew Garfield, (quien parece haber perdido los dotes actorales que supo demostrar en “La Red Social”) nuevamente hace un buen Spider-Man, pero un Peter Parker malogrado y fuera de contexto, que tiende a moderse la boca y dimensionar todo lo que dice (dudando demasiado), Emma Stone cumple con una Gwen Stacy fiel y muy cercana a la de los cómics. En el lado de los villanos tenemos a Jamie Foxx con un Electro que no tiene fundamento estable para ser malo, solo es malo porque sí, utilizando el ya conocido “nadie me quiere, todos son malos conmigo” como escudo, un Paul Giamatti que como dijimos, entró en los créditos como bolo mas que como actor y un Dane DeHaan que encarna a un gran Duende Verde (alejado un poco de los cómics) pero de seguro el personaje mas interesante y mejor desarrollado de la historia.
Conclusión: Spidey volvió y puede ser disfrutado (sobretodo en 3D, ya que como toda película de superhéroes moderna, debe ser hecha para disfrutar en 3D, ya parece una ley esto) con un historia que entretiene y cumple bastante bien, pero lo de “SORPRENDENTE” se ve solo en el título. No esperen demasiadas sorpresas ni tampoco “SU MAS GRANDE BATALLA” (como versa el slogan) ya que la acción abunda, pero cuando comienza dicha batalla, el film acaba, dejándonos con ganas de ver mas y mas telas de araña, pero consolándonos con saber que habrá Spidey and friends para rato.
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espindola.sebastian@revistatoma5.com.ar
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