El director de las últimas dos entregas de «El Juego del miedo» regresa al género del terror con una propuesta que deja de lado la sangre y las sorpresas perversas para apostar por el suspenso y los elementos sobrenaturales. ¿El resultado? Una producción liviana, con poca originalidad pero por momentos efectiva.
«Jessabelle» sigue los pasos de Jessie (Sarah Snook), una mujer que tras sufrir un terrible accidente de transito, se muda a la casa de su padre con quien no tiene relación desde que era una niña. Allí, en un hogar semi abandonado, nuestra protagonista empezará a investigar sobre su fallecida madre y descubrirá que ella durante los últimos días de su vida le dejo una serie de mensajes advirtiéndole sobre una extraña y amenazante presencia.
Kevin Greutert construye una película de más de 90 minutos alrededor de una trama muy sencilla con un inesperado aliado: Las complicaciones absurdas que atraviesan todos y cada uno de los personajes. Por ejemplo, nuestra protagonista está en silla de ruedas durante todo el metraje, lo cual lleva a la aparición de un personaje que con el correr de los minutos se convertirá en el interés amoroso…pero está casado y vive felizmente con su esposa! Teléfonos que fallan en lugares y momentos inoportunos, personajes claves que «desaparecen» en pasajes cruciales y así la lista se va haciendo cada vez más larga.
Sí, hay algunos momentos inquietantes en «Jessabelle» (y lo bueno es que no se hacen esperar) pero una vez que el conflicto central queda en evidencia, el guionista Robert Ben Garant («Una noche en el museo«) se estanca en un terreno pantanoso inverosímil y en cierto punto ridículo, regalándonos un final para el olvido.
Estamos a mitad de año y todavía no hubo propuestas imperdibles en materia de terror. Mientras se retrase el estreno de «It Follows» y no tengamos más novedades positivas sobre «Demonic«, el panorama va a seguir siendo desolador.
Calificación:
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