Últimas

«Jessabelle»: ¿Dónde quedó el miedo?

«Jessabelle»: ¿Dónde quedó el miedo?

«Jessabelle» es una película de terror tradicional, que cumple con todos los cánones del género, pero que trata de diferenciarse del resto de sus “compañeros de clase” poniendo una traba física a su protagonista Sarah Snook. Si bien la historia tiene puntos a favor, cae en su edición, que la vuelve lenta y, por momentos, tosca. En cuanto a los actores, no logran desenvolverse del todo, a tal punto que no generan credibilidad en sus interpretaciones.

Todo comienza con una joven pareja que está desocupando una casa, la de Jessabelle, para ocupar una nueva entre los tres: ella, su novio y el bebe que viene en camino. Pero, como es de esperarse, algo pasa. Con tan solo cinco minutos transcurridos, la pareja no llega a sacar la camioneta llena de cosas del garaje que los atropella un camión que los supera ampliamente en tamaño. Ritmo que cae abruptamente en la próxima escena, ya en un hospital mientras Snook realiza el post operatorio.

Con el alta en su poder, profesionales del hospital le recomiendan que se quede con un familiar dado a que – además de perder todo – queda postrada en una silla de ruedas. Elemento clave para marcar “la diferencia”, pero fundamental para mostrar los obstáculos que se le presentan al personaje. Sin saber a quién llamar, recurre a su padre, quien la pasa a buscar luego de un llamado telefónico. Ahora, si existe o existiera alguna manera de discriminación en cuanto al concepto del sureño norteamericano, seria el perfil creado para el padre de Jessabelle. Un hombre de campo, desprolijo, con una gran casa en mal estado, alcohólico y ermitaño.

Una vez instalada en la casa y restablecida su (no) relación con su padre, es ahí, justo en ese lugar, en ese momento donde las presencias se van revelando. En un principio por la noche, pero se intensifican a medida que ella descubre detallas de la muerte de su madre a través de unos VHS que le había dejado.

 En cuanto a la composición de los personajes, es muy pobre y hace flaquear a la línea que traza la historia. Por ejemplo el caso de Mark Webber que interpreta a Preston, novio de la infancia de Jessabelle, termina siendo un acompañante, como un lazarillo, que resuelve todos los obstáculos que la silla de ruedas no logra superar. Si bien es de gran ayuda, no logra superar su matrimonio y para sobrellevarlo mejor pasa todo el día con otra mujer. Simplemente no se entiende.

La fotografía es aceptable, pero no define en los momentos claves. Las tensiones, típicas del género, solo provocan sobresaltos al principio ya que solo repita la formula. Mientras que la edición es la que termina de arruinar todo por completo, debido a que crea tan poco ritmo, que si bien la película es corta por momentos se siente lenta. Lo cual sorprende mucho, ya que el director Kevin Greutert tiene una gran experiencia en edición de films.

Calificación: puntuacion 1

Trailer:

Demian Rosales

Comentarios

Tags:
Sebastián Espíndola

Director y editor de @RevistaToma5. Vanguardista de casi nada, pero consumidor de casi todos. De chico quería ser detective privado.