El cine cambió y la forma de hacer películas también. En la actualidad algo habitual es que cualquiera de nosotros pueda ver una excelente propuesta en la comodidad de su casa a través de un canal de streaming (Netflix, por ejemplo). Sin embargo ese avance, por más grande que sea, no es todo: Hoy no solo podemos ver cualquier clase de producciones en nuestro rincón favorito del hogar, sino también convertirnos en artífices de nuestro contenido mediático.
Desde hace un tiempo las diferentes plataformas de crowfunding (financiamiento colectivo a través de internet) vienen ofreciendo una fuerza imprevista a realizadores de todo el mundo para que estos logren concretar sus proyectos soñados y también para incentivar el nacimiento de propuestas impensadas hasta hace un tiempo. Así el crowfunding dejó de ser una simple ayuda caritativa por parte del internauta y se convirtió en «el precio de la entrada» que el espectador cinematográfico moderno está dispuesto a pagar por determinados contenidos.
La ecuación es simple: La gente ya no ofrece su dinero en señal de apoyo, sino que invierte en lo que tarde o temprano se convertirá en un título más para agregar a su lista de «películas pendientes«. Ahí, en ese contexto, aparece «Kung Fury«, alias «el ejemplo más contundente y exitoso del nuevo cine«.
Corría el año 2013 cuando el desconocido David Sandberg lanzaba a la web un llamativo trailer con la intención de iniciar así su campaña en búsqueda de fondos para financiar «Kung Fury«. El objetivo del proyecto, del que solo teníamos un trailer y una sinopsis que prometía robots, dinosaurios, ninjas, nazis y mucha violencia, era rendir homenaje a las producciones de la década del ochenta y por eso los guiños a fichines como Double Dragon, Street of Rage, Contra y películas como Tron, Maniac Cop e incluso Barbarella (aunque esta última es de los 60) gritaban presente.
Sandberg filmó el avance con $5000 dolares de su propio bolsillo y nunca se imaginó que al finalizar la recolección de fondos el monto acumulado sea superior a los $630 mil dolares. La suma recaudada superó todas las expectativas, pero también se hizo sentir: La realización, planificada en cada detalle con la intención de filmarla en 6 meses, tuvo un fuerte retraso debido a la presión y exigencia que sintió Sandberg con el proyecto.
Así llegamos al 2015, con muchas más novedades de las previstas en un principio: «Kung Fury» blanqueaba la incorporación de David Hasselhoff (el mítico protagonista de «El auto fantástico«), festejaba su participación en el prestigioso festival de Cannes y obviamente el fichin propio ya era un sueño hecho realidad.
Conclusión: En tan solo 4 días «Kung Fury» sumo más de 10 millones de reproducciones en su canal de Youtube y amenaza con convertirse en el fenómeno viral del 2015. Y sí; El cine está cambiando.
La frutilla del postre: David «el Teto Medina yanqui» Hassenholff cantando un verdadero hitazo.
ramos.facundo@revistatoma5.com.ar
Comentarios