Esta película es una comedia que durante los primeros momentos es divertida y agradable, pero una vez concretado el robo objetivo de los personajes, el filme pierde su brillo y cae en un pozo lleno de bromas sin gracia y sin una dirección clara. Curiosamente la producción se basa en hechos de la vida real.
La trama se centra en el robo perpetuado en el Banco Loomis Fargo de Carolina del Norte, Estados Unidos, en el año de 1997. Zach Galifianakis interpreta a David Ghantt, un empleado del banco que termina enamorándose de su compañera Kelly Campbell (Kristen Wiig) con quien tras sus renuncia sigue manteniendo contacto. Campbell le ofrece la oportunidad de robar el banco para el que trabaja con instrucciones de su vecino Steven Chambers (Owen Wilson). Ghantt terminará aceptando y realizando el hurto, aunque no tomará en cuenta las consecuencias que lo llevarán a huir a México.
El filme parece estar dividido en dos partes: la primera en donde se nota un trabajo más detallado a la hora de elaborar el guión, el cual es la base de las bromas durante la primera media hora. La segunda parte empieza cuando el robo se concreta e inician las investigaciones del caso. Es en este momento cuando la trama pierde su dirección y le cuesta generar interés en el espectador. Las bromas pasan a ser situacionales y el guión deja de tener el protagonismo inicial, culminando la película de una manera insatisfactoria.
El director Jared Hess, si bien tiene experiencia realizando comedias; en esta oportunidad no consigue que el humor se mantenga a lo largo de la narración. La mayor parte de la culpa recae en un guión que parece haber recibido muchos retoques y que una vez terminado el filme genera la impresión que no haber sido culminado. La película lamentablemente no consiguió hacer justicia a los hechos de la vida real, que de haber sido tratados de otra manera hubieran llegado a un mejor resultado.
En lo que respecta al elenco, prácticamente todos cumplen con su función, aunque Wiig y Wilson no terminan brindando la cuota de comedia necesaria a sus personajes. Galifianakis realiza una buena actuación que enternece y agrada al espectador. El personaje de Jason Sudeikis es una sobreactuación que queda perfecta y que termina siendo lo mejor del filme durante la segunda parte de la misma. Mención aparte merece Kate McKinnon en el rol de Jandice, prometida de Ghantt, que en sus pocos momentos aprovecha para hacer reír a todos. La actriz demuestra estar lista para papeles más importantes.
En definitiva “Locos de mentes” es una comedia más del cine norteamericano que se hunde por su falta de dirección y la carencia de interés una vez perpetuado el robo. Las bromas son simples y claramente dirigidas al público estadounidense. Mi valoración final es que se trata de una película que pasará sin pena ni gloria por las salas de cine.
Calificación: 
Tráiler:
Comentarios