No son raras las películas que cuentan historias donde una situación leve, algo que nosotros pasamos por alto, genera un cambio enorme en nuestra vida, o la del protagonista en realidad. Ya sean comedias románticas o dramas, hemos visto un sinfín de películas con moralejas para la vida y las relaciones humanas que hacen que sea cada vez mas difícil armar una historia que sobresalga de la línea.
«No se aceptan devoluciones» o Instructions Not Included en EE.UU, cuenta la historia de Valentín (Eugenio Derbez) un soltero de Acapulco al que le va muy bien con las mujeres, sobre todo con las extranjeras, con una vida poco sacrificada y sólo ocupándose de él mismo. Pero 20 meses después de haber conocido a Julie (Jessica Lindsey), ella le presenta a su hija y con la frase de «voy a pagar el taxi» se dio a la fuga, dejando en las manos de nuestro protagonista lo que se va a convertir en el resto de su vida. 7 años más tarde, con la pequeña Maggie (Loreto Peralta) ya crecida y ambos viviendo en Los Ángeles, Valentín se encuentra con dos inconvenientes: El regreso de Julie, que vuelve para conocer a su hija y llevársela consigo a Nueva York; y un aparente problema de salud que tiene al intérprete en la cuerda floja.
Escrito y dirigido por el mismo Eugenio, el film tiene una historia interesante para contar, pero que no aprovecha como es debido. Empieza con un aire de película infantil, una clásica sitcom, y termina siendo un drama extremadamente emocional pero con detalles que le quitan seriedad y hacen dudar aun más el género del mismo. El manejo de las tomas con la cámara muestran la experiencia del director en conjunto con la musicalización y manteniendo su imagen de hombre cómico, coloca el humor siempre que puede haciendo que la película abunde del mismo y se haga mas difícil ver con claridad el camino que toma la historia, detalle a tener en cuenta. En relación a los personajes: Él realiza su papel sin ningún problema, ajustado a su medida, al igual que Jessica en el papel de mujer «yanqui» pero sin ningún sobresaliente tampoco. La pequeña Loreto es la que le da el encanto y ternura al elenco, una joven de 7 años que lleva su rol con total naturalidad y con una sonrisa e inocencia que hacen imposible no sentir empatía por ella.
La nueva entrega mexicana que increíblemente se volvió la película mas taquillera en la historia de su país, no va a tener el mismo resultado en el nuestro. Mezclando constantemente el español mexicano con el ingles y sin generar la emoción buscada, transcurren 115 minutos de algunas risas y algunas tristezas pero de situaciones sueltas y algo confusas que tratan de dejar clara la moraleja de que hay que estar preparado para los golpes que da la vida. Frase que aplica para el director que también dobla la voz del burro de Shrek, porque este nuevo trabajo está muy, muy lejano de lo que podría esperar.
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