Aunque tal vez veamos “Sherlock” o “Downton Abbey” de Gran Bretaña o “El Tiempo Entre Costuras” o “Velvet” de España, la mayoría de las series que consumimos provienen de Estados Unidos. Sin embargo, ¿alguna vez se preguntaron si las producciones son 100% originales?
Te traemos un top 5 de cinco series norteamericanas que no sabías que eran remakes basadas en producciones de otros países:
Probablemente no podríamos pensar “Homeland” sin Carrie Mathison, Brody y Saul; sin Afganistán y el patriotismo norteamericano. Pero esta serie está basada en una producción israelí llamada “Hatufim” (“Prisionero de Guerra”).
Al igual que en “Homeland”, al comienzo de la serie tenemos el regreso de dos soldados israelíes a su tierra natal luego de pasar varios años prisioneros en el Líbano. Si bien cambian algunos detalles de la trama, el concepto principal es el mismo.
De todas maneras, la serie israelí se centra sobre todo en la readaptación de los soldados a su vida cotidiana, junto a otros asuntos socio-políticos. Sin embargo, no tenemos el mismo argumento que la producción norteamericana, ya que ni bien empieza la serie podemos ver a una Carrie Mathison dudando sobre el patriotismo de un Brody que volvió luego de una gran cantidad de años siendo torturado.
Más que una adaptación a la vida cotidiana (algo que también podemos ver), el punto central de “Homeland” es la verdadera identidad de Brody y cómo se maneja el hecho de tener o no a un traidor entre altos puestos del gobierno.
“Hatufim” se estrenó en diciembre de 2009, pero tres meses antes de su premiere en Israel, 20th Century Fox Television compró los derechos para realizar una serie estadounidense por Showtime.
Una de las grandes y exitosas series de Netflix, “House of Cards” también es una remake. La producción protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright es una adaptación de la serie del mismo nombre, emitida por la BBC en 1990 con Ian Richardson a la cabeza.
Cabe destacar también, que la serie británica tampoco fue hecha en un 100% para la televisión, sino que proviene de la adaptación de una novela escrita por Michael Dobbs.
Acá podemos ver en principio dos series bastante parecidas en cuanto a su trama (incluso el nombre del protagonista es similar), pero adaptado a la sociedad y a la cultura de cada país, mostrándonos cómo funciona el gobierno en cada uno de ellos.
Los detalles cambian, como también la actitud de algunos personajes y, el hecho de que “House of Cards” norteamericana dure más que una temporada de cuatro capítulos (Netflix ya confirmó que habrá una quinta temporada), la irá llevando por distintos caminos.
“Life on Mars”
Nuevamente tenemos una serie norteamericana realizada a partir de una producción británica. En este caso se trata de “Life on Mars”, un programa emitido por la BBC One entre enero de 2006 y abril de 2007.
Combinando elementos de ficción y de un procedimental, la serie se centra en un policía de Manchester que se despierta en 1973 después de un accidente.
La adaptación norteamericana fue producida por ABC y se emitió de octubre de 2008 a abril de 2009. Pero no fue el único país en el cual se adaptó la serie, sino que también se realizó en Rusia, bajo el nombre de “The Dark Side of the Moon”, lanzada en 2012; y en España, titulada “La Chica del Ayer”, que se pudo ver entre abril y junio de 2009.
“Shameless”
“Shameless” es otro ejemplo de una serie norteamericana basada en una británica. Mientras que la serie original duró once temporadas, la estadounidense lleva actualmente siete entregas (esta última se estrena el 2 de octubre).
Ambas se basan en la misma idea: un padre soltero con seis hijos a cargo, que pasa sus días tomando alcohol y cuyos hijos deben cuidarse solos. La serie norteamericana se sitúa en Chicago (aunque los interiores están filmados en Los Ángeles) y la británica en Manchester. De esta manera, tendremos una adaptación a la sociedad y a las costumbres de cada lugar.
“Skins”
Por último, nos encontramos con “Skins”, otra serie norteamericana que se adaptó de Gran Bretaña. Sin embargo, no tuvo tanto éxito como la original.
En la serie británica, que duró siete temporadas, se contaban historias bastante controversiales que exploraban temáticas como familias disfuncionales, enfermedades mentales como depresión, desórdenes alimenticios o bipolaridad; sexualidad adolescente, género, abuso de sustancias, muerte o bullying. Cada episodio se enfocaba en un personaje en particular y cómo luchaba con su vida.
Esto generó una fuerte controversia en Estados Unidos cuando se adaptó “Skins” a la televisión. Es por eso, que luego de una temporada MTV explicó que no renovarían la serie porque la audiencia estadounidense no conectó con la temática.
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