Sebastian Espíndola:
1)- «Hansel & Gretel: Cazadores de Brujas» de Tommy Wirkola: Una historia que, a priori, por el nombre no tiene sentido. La película decepciona por el simple hecho de deformar tanto dos personajes emblemáticos de la literatura. ¿Acción? Si hay, pero no de la mejor.
2)- «¿Qué pasó ayer? Parte 3» de Todd Phillips: El cierre que esta trilogía no merecía. Si bien los dos primeros films con poco nos dieron mucho, en esta no es así. En principio porque no existe la resaca, elemento esencial que la convierte mas en una película de enredos y aventuras que en una madrugada post borrachera.
3)- El abogado del crimen de Ridley Scott: Desde que vi Blade Runner, Sir Ridley Scott se gano todo mi respeto y se convirtió en uno de mis cineastas favoritos. Y a pesar de haber hecho una película tan mala como “El abogado…” el respeto sigue intacto. Todos tenemos un desliz. Aburrida y soporífera desde que comienza, a pesar del gran elenco que posee.
4)- «Spring Breakers: Viviendo al limite» de Harmony Korine: Korine fue considerado en un momento el niño prodigio y futuro de Hollywood, ya que con solo 21 años escribió el guion de la increíble “KIDS”. Ahora bien, como director nunca le fue muy bien y este año no fue la excepción. La infumable “Spring breakers” posee un guion medio pelo con actuaciones tontas y exageradas, como así también una lentitud que hace difícil de soportar toda la historia.
5)- «¿Quién *&$%! son los Miller?» de Rawson Marshall Thurber: Una comedia que pretende ser una road movie y se queda en el camino. Con gags clásicos cuyos mejores momentos están en el trailer (asi es, son casi todos los momentos graciosos) este film es mas de lo mismo y no busca profundizar ni un poco en una temática (la familia ficticia) de la cual se podría haber hecho algo mucho mas completo.
Facundo J. Ramos:
1)- «Spring Breakers: Viviendo al limite» de Harmony Korine: Patética producción que intenta reflejar los problemas que sufren un par de adolescentes infradotadas adictas a las drogas y el alcohol cuando no pueden irse de vacaciones de primavera. Korine se pasa todo el film tratando de dejar un mensaje sobre la adolescencia perdida, pero el resultado es tan patetico, vacio, estupido y deshonesto que solo sirve para dejar en claro una cosa: Korine, el cine no es lo tuyo hermano.
2)- «Mamá» de Andrés Muschietti: El cine de terror tuvo un exponente tremendo este año como lo fue «El conjuro» que, copiando formulas pero agregandole originalidad y talento, supo erigirse como un pequeño clasico. Despues estuvo «La cabaña del terror» de Drew Goddard que también rompía todos los parametros y le sobraba originalidad. El debut en hollywood del argentino Muschietti fue todo lo contrario: Una copía tonta, aburrida, inocente, infantil y pesadisima de lo peor del horror-J. Un bodrio.
3)- «Django Desencadenado» de Quentin Tarantino: Considero «Perros de la Calle» como una de las mejores películas de todos los tiempos, respeto profundamente «Pulp Fiction», festejo «Jackie Brown» e idolatro momentos de «Kill Bill» en donde Tarantino muestra su gran talento. Despues vinieron los altibajos, comenzando por «Death Proof», siguiendo por la regular «Bastardos sin gloria» y llegando al fondo del mar con «Django Unchained». Una propuesta cancerigena en la filmografia de un Tarantino, quien ya carece de identidad, se copía a si mismo y aburre sin interrupciones durante 180 minutos.
4)- «Omisión» de Marcelo Páez Cubells: Si bien la idea y la intención no me parecieron absolutamente malas, la ejecución de este proyecto terminó siendo el tiro en la nuca para esta pelicula argentina. Un desperdicio de talento delante y detrás de cámaras. Inentendible por qué la sacaron del horno tan rápido, cuando se nota a kilometros de distancia que le faltó un golpecito de calor más para ser una propuesta, al menos, decente.
5)- «La niña del sur salvaje» de Benh Zeitlin: Si alguien tiene todavia alguna duda de la inoperancia e ignorancia que tienen los miembros de la academia de cine de los Estados Unidos a la hora de elegir las mejores películas del año aqui tiene un ejemplo contundente. Zeitlin hace su debut con un film independiente al que todas las producciones (incluso las más pauperrimas) del BAFICI le pasan el trapo. Una historia triste, dentro de un contexto futurista catastrófico, protagonizada por una niña pobre y huerfana que todavía tiene fe en el mundo. Final previsible, ritmo asquerosamente lento y estupidamente orgullosa de que la llamen «cine independiente» cuando no lo es. Un asco.
Revista Toma5
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