Antes de ver la película recordamos el momento en que vimos el trailer entre tantos otros, con un poco de expectativa por la aventura que se mostraba en pantalla, hasta que de repente lo que parecía una producción internacional sacada de Hollywood transcurre en un lugar que a muchos de los argentinos nos es familiar, La Ciudad de los Niños en La Plata. Es ahí cuando empezamos a notar que éste no era el único set que tenía lugar en Argentina, si no que luego e investigando nos enteramos de que la totalidad de la película fue rodada en terreno argento, pero grabada en ingles.
Ivan Drago es un niño con mucha imaginación, a quien le encantan los juegos de mesa. Tanto es así que participa de un concurso de invención de juegos el cual lo llevará en un rumbo de preguntas y respuestas sobre su pasado y sobre el destino que tiene por delante. Durante el film el protagonista irá conociendo a sus compañeros de aventura, quienes lo ayudarán a resolver estos enigmas y a reencontrarse con su familia. En el viaje pasarán por la feria (filmada en el Parque de La Costa), la carrera de Globos (filmada en Benavídez, en el norte de la provincia de Buenos Aires), el internado Pozium, una escuela que se esta hundiendo en un pantano año a año (filmado en el exterior del Colegio Carlos Pellegrini de Pilar y el interior en el colegio San Jose de Capital Federal), un viaje en tren (filmado en la estación de trenes de Constitución), la mágica ciudad de Zyl (filmada en la Ciudad de los Niños), y la fábrica de Juegos Profundos (filmada en la facultad de derecho).
La historia transcurre en un mundo atemporal, y no es mencionado nunca un país o ciudad más que los ficticios, lo que puede ayudar al espectador a sentirse inmerso en la película más fácilmente.
A medida que avanzamos, conoceremos nuevos juegos inventados por Ivan o simplemente algunos que ya fueron quedando en el olvido. Los juegos de mesa aparecen continuamente en la película tratando de recordarnos aquellos que se juegan en familia o aquellos que se jugaban en un recreo. Entre ellos veremos algunos tan simples y antiguos como los rompecabezas (de diferentes tamaños y tipos, claro) y algunos como el Inca de fichas y tableros simples, pero de gran complejidad estratégica.
Desde el primer momento la película nos deslumbra con una gran fotografía y un producción de primer nivel muy dedicada en cada detalle. Los efectos visuales son excelentes logrando crear paisajes que junto con las locaciones argentas logran esa magia buscada. La producción es argentina, canadiense e italiana. Con actores entre sus filas como Joseph Fiennes (Como Morodian), a David Mazouz (como Ivan Drago), Megan Charpentier (como Anunciación) y a Tom Cavanagh (como el Sr. Drago), entre un plantel de artistas nacionales con la dirección a cargo de Juan Pablo Buscarini, quien ademas escribió el guion de la película.
A grandes rasgos enorgullece ver que se pueden hacer producciones así en nuestro país, aunque la película carece de momentos de emoción (ya sean de alegría o tristeza) y también sufre la falta de instantes que podrían ser épicos con un final más elaborado y una música acorde (la cual es muy buena pero no varia conforme pasan los momentos).
Sin dudas es una película muy ambiciosa y seguramente por momentos logre atraparnos, pero detrás de todos esos efectos, actores internacionales y mucho presupuesto no se encuentra la clave que logre compensar la falta de un buen guion.
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