La trágica muerte de Paul Walker no solo fue un baldazo de agua fría para Hollywood, sino también un enorme impedimento para el rodaje de la última entrega de la saga de «Rápidos y Furiosos«. Tras un inevitable aplazo, varias idas y vueltas y muchísimas especulaciones, James Wan logró finalizar el rodaje de la película. ¿Cómo lo hizo? Sentate y ponete cómodo.
Tras el deceso de Walker en noviembre del 2013, Universal decidió concretar el rodaje de «Furious Seven» recurriendo a una combinación de recursos pocas veces visto en el séptimo arte. El primero de ellos fue acudir a los hermanos del actor para que estos filmaran las escenas pendientes del film. James Wan no dudó ni un segundo a la hora de aceptar la ayuda de Cody y Caleb Walker debido a las similitudes físicas obvias que ambos presentan con su fallecido hermano.
Pero esto no fue todo, ya que además de incorporar a los hermanos, Wan también admitió que utilizó escenas y diferentes secuencias de Paul Walker de otras películas de su filmografía, no solo de la saga «Rápido y Furioso«.
Los avances tecnológicos al día de la fecha son un arma tentadora (y también de doble filo) para intentar solucionar estos casos dramáticos y, como era de esperarse, «Rápidos y Furiosos 7» también optó por utilizar CGI para finalizar las escenas pendientes de Paul Walker.
Sin embargo, lo mediático que se volvió el rodaje tras el accidente fatal de Walker, obligó a Universal a mantener un perfil muy bajo, casi oculto, sobre este aspecto. Obviamente, a horas del estreno de una de las películas más esperadas del año y con las primeras críticas dando vueltas por la web, la verdad sale a la luz y no deja de ser sorprendente.
Fuentes cercanas a la producción afirman que Weta Digital (la compañía de Peter Jackson, responsable de los efectos especiales de las sagas de «El Señor de los Anillos«, «Avatar» y las dos últimas películas de «El planeta de los simios«), estuvo involucrada en la finalización del rodaje de «Furious Seven» creando ni más ni menos que una versión digital de Paul Walker para algunas escenas puntuales.
Aparentemente el trabajo de Weta fue muy similar al que realizó en su momento la compañía londinense The Mill para finalizar las escenas de «Gladiador» que no llegó a filmar el actor Oliver Reed, quién falleció tras sufrir un infarto en pleno rodaje. Esta labor no solo ayudó a concretar aquel film, sino que tiempo después le terminó valiendo un Oscar en la categoría «Mejores Efectos Especiales» a la película de Ridley Scott.
El año pasado, la revista de cine estadounidense The Hollywood Reporter tuvo la suerte de charlar con Robin Shenfield, CEO de The Mill, quién comentó que en aquella ocasión, como Oliver Reed ya había filmado algunas escenas con dialogo incluido, lo que se hizo fue «calcar» su cara digitalmente para posteriormente modificar únicamente el movimiento de su boca y así poder terminar de filmar el resto de las escenas.
Algo muy similar también ocurrió con «El Cuervo» de Alex Proyas tras la trágica muerte de Brandon Lee. Hasta el día de hoy, la película de Proyas es un ejemplo tremendo de como la correcta utilización de CGI puede generar ni más ni menos que la mágica sensación de estar viendo todo el tiempo al hijo del mítico Bruce Lee, cuando en realidad estamos frente a un doble del actor retocado digitalmente.
Las coincidencias asustan, pero en el 2013 The Mill volvió a hacer algo que parecía imposible, ya que «revivió» a Bruce Lee para un comercial de Johnnie Walker que no solo generó polémica por la utilización de la imagen de una persona muerta en un anuncio sino que también planteó un enorme interrogante: ¿Existen los actores indispensables?
«Hicimos toda su cara de forma digital y utilizamos las tomas de un actor como referencia. El mayor desafío fueron los ojos, pero mantener el cuerpo de la figura en constante movimiento termina siendo clave para que todo se vea real» sentencia Sheinfield sobre aquel trabajo.
Dentro de la misma entrevista a Sheinfield, THR también consultó a Scott Squires, reconocido supervisor de efectos especiales (nominado al Oscar por su trabajo en «La Mascara«, «Corazón de Dragón» y «Star Wars: Episodio I«) quién sin pelos en la lengua confesó que últimamente las grandes producciones hollywoodenses «escanean» a los actores apenas se inicia el rodaje de un film para poder realizar dobles virtuales y utilizarlos en aquellas escenas de riesgos que implican estas películas.
«He oído que algunos estudios tienen actores escaneados sólo como una cosa de archivo. Si seguimos en ese camino, dentro de 20 años los realizadores van a tener acceso a toda esta información, esté vivo o muerto» concluyó Squires, recientemente encargado de los efectos visuales de la exitosa «Francotirador» de Clint Eastwood.
En definitiva, ya no falta casi nada para disfrutar «Rápidos y Furiosos 7» en la pantalla grande, por lo que la pregunta obligada es la siguiente: ¿Estamos preparados para aceptar que ningún actor es indispensable?
ramos.facundo@revistatoma5.com.ar
Comentarios